En el panorama político de Chihuahua, la relación entre la Gobernadora María Eugenia Campos Galván, conocida como Maru Campos, y el Alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, se ha caracterizado por un complejo entramado de colaboración y confrontación.
Por un lado, eventos como el ‘Brindis de Palacio’, una reunión navideña que congrega a los alcaldes del estado, han sido escenarios donde Campos y Pérez Cuéllar han mostrado una aparente armonía. En dichos eventos, ambos han compartido mesa y Pérez Cuéllar ha utilizado sus redes sociales para enfatizar la importancia de colaborar para el progreso del estado.
Sin embargo, la gestión de Campos ha estado marcada por una firme política de “cero tolerancia” hacia la corrupción. Esta postura se hizo evidente cuando diputados del Partido Acción Nacional presentaron una denuncia contra Pérez Cuéllar, acusándolo de enriquecimiento oculto y sugiriendo que rentaba una vivienda cuyo costo excedía su salario. La Gobernadora ha enfatizado que esta política de cero tolerancia se aplica a todos los servidores públicos, incluidos los alcaldes.
Otro punto de tensión ha sido el manejo de la seguridad en Ciudad Juárez. Campos ha criticado la gestión de Pérez Cuéllar, especialmente en lo que respecta al incremento de la violencia en la región. La Gobernadora ha destacado las inversiones y esfuerzos del gobierno estatal en materia de seguridad, esperando un compromiso mayor por parte del Alcalde.
Por su parte, Pérez Cuéllar ha respondido a estas críticas destacando sus esfuerzos en el desarrollo urbano de Ciudad Juárez. Ha mencionado proyectos como la reubicación de vendedores ambulantes y el embellecimiento de fachadas en el Centro Histórico, subrayando la colaboración con estudiantes de arquitectura y la utilización de recursos del Fideicomiso de Puentes Fronterizos. Además, ha expresado su preocupación por el progreso de obras clave en la ciudad, criticando al titular de la Secretaría de Obras Públicas del Estado por enfocarse más en promocionar su imagen que en concluir proyectos importantes para Juárez.
Además, Pérez Cuéllar ha delineado una estrategia de seis ejes para mejorar la seguridad en Ciudad Juárez, que incluye la coordinación efectiva entre el municipio, el estado y la federación, la dignificación y capacitación de las policías, la integración de la tecnología en la vigilancia, el impulso a la policía de proximidad, el rescate de los espacios públicos, y el combate a la impunidad y al “influyentismo”.
Este panorama refleja la complejidad de las dinámicas políticas en Chihuahua, donde coexisten la colaboración y el conflicto, mostrando tanto alianzas como diferencias significativas en enfoques y administración.